Cerró
los ojos, intentando calmarse antes de entrar. Tenía tantas ganas de volver a
verla... hundirse en sus ojos, saborear su sonrisa… y tal vez hasta oír como su
cálida voz pronunciaba su nombre. Presintió que ese sería el día que se
acercaría a ella, que sería suficientemente valiente para hablarle. Antes de entrar en el colorido mundo de la
guardería intentó decidir qué le diría. Se acercaría a ella, esquivando a padres,
madres y maestras y diría: “Hola, soy Álex, el padre de Maya. Creo que el otro
día tu hijo mordió a mi niña.” Todo su ser rechazó esas palabras. Tal vez sería
mejor limitarse a decir algo como: “Nuestros hijos son muy amigos.” Aunque lo
que en realidad quería era acercar sus labios a la oreja de ella y murmurar
algo como: “Ya sé como saben los nubes.” Tal vez así se acordaría de él y los
sueños de niños que antes compartían.
En
realidad, poco importaban las palabras o los recuerdos. Lo único que Álex quería era estar cerca de ella, llenarse todo él de su olor.
Volver a ese mundo que ambos habían construido.
Cuando entró al interior de la pequeña guardería, ella ya estaba allí.
Hablando con una sonrisa dulce con otra madre. Él la miró fijamente, intentando
atraer como fuera su atención. Mientras, su cabeza se iba llenando de imágenes
difusas. Recordó esos días que sabían a pintura y jabón. Ya no veía a los niños
que jugaban a su alrededor. Solo la veía a ella. Esa niña de mejillas
sonrojadas y ojos de ardilla, su amiga, quién soñaba junto a él con vivir en una
nube y pintar el cielo.
Las
imágenes desaparecieron de golpe, cuando ambas miradas se cruzaron. ¿Le había
reconocido? Por el brillo de su ojos y la tímida sonrisa que dibujó, Álex
estuvo convencido de que si. Ella se disculpó con la madre con quien estaba
hablando y se acercó con lentitud hacía él. Su corazón cantó con alegría.
Estaba ocurriendo. Observó con anhelo
como se aproximaba. Cada vez estaba más cerca de él. Finalmente, paró, y le saludó con nerviosísimo. Él contempló
ensimismado como ella se mordía el labio. ¿Qué le iba a decir?
-Oye,
tú eres el padre de Maya, ¿verdad? Lamento muchísimo lo del otro día… mi hijo
no suele morder a los otros niños así, sin más…
La niña mira, una vez
más, el pequeño papel, comprobando que realmente ese es el edificio. Observa
asustada a su alrededor, buscando el valor suficiente para entrar. Se aproxima
un poco más a la puerta, intentando esquivar los transeúntes que avanzan con
rapidez por la calle. Todo es tan distinto a su aburrido y solitario pueblo…
Lentamente, la noche
va apoderándose de todos los rincones de Barcelona, entablando una lucha
silenciosa con las relucientes farolas. Y la niña sigue allí de pie, con su
horrible vestidito amarillo de rosas púrpuras, mirando con seriedad al edificio
que se levanta delante de ella.
Mientras entra al
interior y sube por las estrechas escaleras, intenta expulsar todas las dudas
que la persiguen. En cambio, imagina una vez más que es lo que encontrará al
interior del pequeño piso. Por lo que una amiga le ha contado sabe que en él encontrará
una librería enteramente dedicada a libros de magia y un pequeño bar. Sabe,
también que estará abarrotado de magos, llenando el espacio de cartas, pañuelos
y tal vez, con suerte, incluso palomas blancas. Todo eso hace que la
imaginación se le dispare. Un lugar donde no hay público, donde todos son
magos, vuelve los trucos en auténtica magia. O eso imagina.
La niña intenta
ahuyentar el miedo imaginando que en el interior del piso se esconden conejos
con relojes y cartas que son soldados. Pero las dudas son demasiadas. ¿Podrá
pertenecer en un lugar tan maravilloso como ese? No es una buena maga, eso lo
sabe. Aunque sus dedos sean rápidos, su lengua no lo es. Le falta ese carisma
que convierte los trucos más simples en auténtica magia.
Ya no recuerda cuando
ocurrió. Cuando lo que era un simple juego se convirtió en una necesidad casi
tan grande como respirar. De repente, crear ilusiones, se convirtió en el único
modo de escapar de los gritos que tiempo atrás se habían instalado en su casa y
de los susurros que la perseguían en el colegio.
Apartando esos
pensamientos de su cabeza, hace un rápido inventario del interior de su bolsa
rosa. Allí residen elementos tan mundanos como su móvil, monedero y pañuelos.
Pero también se esconden un juego de cartas, un sombrero de copa y trucos que
ha tardado años en dominar y que ella misma ha inventado, como una mariposa de
papel que parece volar.
De repente, todas las
dudas se desvanecen. Sabe que pertenece en ese lugar. Dentro de su cabeza ya lo
puede vislumbrar a la perfección. Imagina los magos que se esconden detrás de
la puerta que convierten hacen aparecer rosas del fuego mientras esperan con
paciencia que cruce el umbral. Unas palomas que revolotean en la pequeña
ventana del rellano la despiertan de su ensoñación.
Lo primero que sorprende
de mi cueva es el caos que parece en
reinar en ella. No hay ningún sitio donde descansar la vista, todo está completamente
lleno. Dos de las paredes, pintadas de un brillante amarillo, están repletas de
estanterías con libros, que esperan pacientemente que alguien los elija. El
resto de la sala está ocupada por un sofá, un escritorio y cajas y cajas llenas
de viejos juguetes y disfraces, de los que nadie parece acordarse. Un oso de
peluche casi más grande que yo duerme en el sofá. Las paredes que no sufren el
peso de los libros, están llenas de fotos i cuadros. Ni siquiera el techo se
libra, ya que de él cuelgan unos caballitos de mar, que parecen bailar encima
de mi cabeza cuando escribo, y una gaviota suspendida en el aire, que aunque
intente mover sus alas de madera nunca consigue escapar por el balcón. Un
balcón precioso, con vistas a las paredes azules de mi patio y a la hiedra que
nos invade desde la casa del vecino. Y si te asomas a la barandilla, logras ver
como los peces nadan tranquilos en su minúsculo mundo que es el estanque.
La cueva o el despacho de
mi madre (como ella insiste en llamarla) se adapta a la perfección a mi
carácter soñador que, como la habitación misma, es un poco caótico y
contradictorio. Es una habitación con infinidad de usos, aunque el principal
parezca ser el de trastero, es también habitación de invitados, sala de música,
despacho, donde planchamos la ropa…Sin
embargo, los años de gloria de la cueva ya son historia. Años atrás también era
un conocido colegio para muñecas o hasta llegó a ser el puerto espacial de mi
magnífica nave azul (muy parecida a una caja de cartón azul).
Es en este rincón mágico
donde escribo. Un rincón que brilla más por los recuerdos que por lo que
realmente es. Me gusta escribir con los pies descalzos, ya que así pienso mucho
mejor. Muchas veces, busco canciones que se adecúen al momento a la escena que
me dispongo a escribir, pero cuando me adentro en la historia ya no oigo
nada. Cuando al contrario, las puertas de la inspiración se me cierran y las
palabras desaparecen de mi mente, me gusta dar vueltas con la enorme silla de
despacho negra o teclear palabras sin sentido en la vieja y rota máquina de
escribir hasta que las ideas vuelven.
El llibre d'avui, escrit per John Green, compleix amb la majoria de clichés que un bon llibre d'estiu té l'obligació de tenir: Un ex-nen prodigi (força irritant, ho sap absolutament toot, tot i que a vegades diu coses curioses) pateix una crisi existencial (ja sóc massa gran per ser un nen prodigi, no seré mai important buah, buah) i per tal de superar-la ell i el seu millor amic, que curiosament és un noi àrab gras que no ha fet res en tota la seva vida i únicament viu per fer acudits (constantment afirma que no és un terrorista i intenta convertir el protagonista en la religió musulmana (en broma)) tots dos emprenen un viatge en cotxe ple d'aventures fins arribar a un poble de mala mort on rescaten a una pobre noia del seu funest destí (ser popular i ser la novia d'un noi guapíssim).
Tanmateix hi ha dos punts, que el diferencien de la gran majoria de llibres que es llegeixen en tres dies: primer que el protagonista, el Colin, ha sortit amb 19 noies, totes elles anomenades Katherine, arribats a aquest punt podem considerar que el protagonista té una obsessió preocupant ja que per exemple les Catherines no li diuen res de res, i encara és més preocupant que l'única cosa que totes les Katherines tenen en comú (a part del nom, és clar) és la facilitat amb que el deixen sobretot per motius estúpids. Aquest punt en comú però, serà el que impulsarà al protagonista a voler crear un teorema del amor (segona cosa diferent) , és a dir que per mitjà de les matemàtiques poder descriure totes les seves relacions amb les Katherines i poder fer una previsió de futures relacions (un pèl anti-romàntic). D'aquesta manera potser aconseguirà complir amb les seves pretensions de fama i recuperar a la Katherine XIX. Tot i que és un llibre divertit, entretingut i ple de reflexions sobre que és l'amor, la fama, etc. he de reconèixer que esperava molt més, ja que John Green és autor del famós llibre "Sota la mateixa estrella", que tot i que és un drama dels grans, és un llibre fantàstic. El principal mérit d'aquest llibre es pot dir que és que jo (enemiga de les matemàtiques) m'hagi sentit interessada pel teorema i les seves funcions. John Green és també l'autor de: Ciudades de papel o Buscando a Alaska.
Totes les pell·lícules que avui recomano (i que he intentat resmumir en tres paraules sense éxit) d'alguna manera o altre et faran pensar. Sí, pensar. Ho sé... estem de vacances... però justament per això és el moment perfecte per reflexionar sota les estrelles la fantàstica pel·lícula que has mirat.
1. La vida secreta de Walter Mitty: dolça, màgica i una banda sonora perfecte.
2. Her: original, romàntica i unes imatges precioses.
3. Dallas Buyers Club: crítica, viva i amb molta força.
4. Bajo la misma estrella: optimista, dolça i sincera.
El viento se levanta és l'última pel·lícula de Hayao Miyazaki, no vull posar-me histèrica però pel que he entés serà la seva última, última.
I intentant olbidar el fet de que serà l'última (nooo!) és una pel·lícula preciosa i una clara carta de comiat.
Pels que no coneixeu aquest fantàstic director és el responsable de El viatge de Chihiro (guanyadora d'un òscar), El castell ambulant, Nicky l'aprenent de bruixa... entre moltes altres pel·lícules.
Aquesta en concret és una de les més impactants i crec que una gran candidata pel gran premi i honor, ja que podria passar a ser: LA MEVA PEL·LICULA PREFERIDA (sí en majúscules), tot i que encara no ho tinc clar ja que hi han moltes grans pel·lícules que es disputen aquest lloc (Las ventajas de ser un marginado. principalment).
Però ja estic canviant de tema... aquesta gran obra mestra tracta la vida Jiro Horikoshi, el dissenyador de moltes de les avionetes de combat japoneses durant la segona guerra mundial. Imagino que això ha fet que molts arruféssiu el nas, però tranquils, durant tota la pel·lícula no apareix ni una escena de guerra.
Tracta més aviat de la lluita del protagonista per realitzar el seu gran somni (dissenyar avionetes) i el preu tan alt que pagarà perquè es compleixi: cap de les seves avionetes van tornar després de la guerra.
És doncs, una reflexió sobre el sentit de la guerra, una crítica de com podem arribar a ser de bàrbars (els militars de la pel·lícula ni tan sols saben parlar). És també un retrat del Japó abans i durant la guerra, els passos de gegant que va haver de fer per estar a la altura dels seus contrincants i aliats, passos de gegant que es dirigien a noves tecnologies i armament mentre deixaven enrere la població, sumida en la misèria i la gana.
És, però, sobretot, una gran història d'amor, una de les que més m'ha impactat (deixant de banda el fet que el protagonista estimi més els avions que a la noia). Una relació plena de sacrificis i de tristesa, però que en canvi és viu amb serenor i paciència. Un amor dolç i tranquil que amaga una tempesta de sentiments sota seu (no penso fer cap spoiler).
Finalment, evidentment, cal parlar de l'animació. L'estética de la pel·lícula és excel·lent: et transporta en un món únic ple d'imatges fantàstiques. Mentre mirava la pel·lícula no podia evitar pensar que si poséssim pausa en qualsevol segon de la pel·lícula trobaríem un quadre digne d'una galeria o un museu ja que totes les imatges estan infinitament treballades i contenen una gran bellesa.
És per tot això que recomano aquesta pel·lícula, plena de somnis, poesia i amor.
Aquí teniu una prova del que us deia, aquestes dos imatges són dos segons a l'atzar de la pel·lícula
Per aquells que sigueu fans de Miyazaki: us heu fixat en la obsessió de Miyazaki per les avionetes? No se'm acut cap pel·lícula en que no aparegui cap aparell volador. A vosaltres? (potser a Chihiro,però allà hi ha un drac).
(De fet Ghibli és una avioneta italiana).
Per estrenar el recent canvi d'imatge, avui publico una entrada molt especial: un conte meu. El relat en qüestió era per un treball de literatura catalana en què haviem d'imitar l'estil de Pere Calders. Espero que us agradi!
Un simple refredat
Contemplant les imatges d’aquell horripilant vampir, no vaig poder evitar pensar en la Maria, i tot seguit, sentir una pena profunda pel vampir, convençut que havia escollit un mal lloc per sorgir de les ombres.
Imagino que això pot sonar antinatural, que del que m’hauria de preocupar fos que cap ullal s’enganxés al coll de la meva novia, però vosaltres no coneixeu la Maria.
Per començar, el coll de la noia no era ni remotament apetitós: era massa curt i ple de nervis.
La resta de la seva anatomia, tot i que a mi em tornava mig boig, tampoc era massa atractiva pel vampir, li faltava aquella delicadesa que caracteritza les seves víctimes, el seu cos era massa viu i bellugadís.
La meva mare sempre remugava que la quantitat de llibres fantàstics i pel·lícules romàntiques que la Maria devorava des de que era petita no era sana, jo no la vaig escoltar fins el dia que vaig contemplar les imatges granuloses d’un llepacolls atacant a un encarregat d’un peatge, va ser aleshores quan em vaig adonar que potser tenia raó.
A l’instant vaig trucar-la, amb la ingènua esperança de que tot fossin preocupacions sense raó. Vaig quedar decebut, ja que quan la Maria em va contestar, la seva veu tremolava d’emoció.
- Maria! Això no és com aquella pel·lícula per adolescents! Aquest és un vampir dels de veritat, un vampir de mausoleu, d’estaques i accent estrambòtic. No t’imaginis que el seu somni és que vagis amb ell a un ball de graduació cursi, el que ell vol és enviar-te a l’altre barri.
Evidentment, això va fer enfadar a la noia, que tota digne em va respondre:
- Jo no vull un vampir com el de Crepuscle, jo en vull un de veritat! Un que mossegui colls, vagi amb capa i em converteix-hi en la seva emparatriu!
Va deixar anar un ruflet i em va penjar.
Durant les dos setmanes següents tot el poble va anar molt esvarat pel tema de la sangonera. Era difícil veure un coll que no estigués cobert d’alls tendres i creus, i als carrers, els nens petits jugaven a afilar estaques de fusta.
Mentrestant, la Maria va agafar el costum de passejar-se durant la nit entaforada en un camisó blanc, que no amagava res. Estic segur que lamentava no viure en un lloc ple penya-segats i de laberints, ja que vagarejar per benzineres i poliesportius restava romanticisme a la imatge.
Al cap de moltes nits després d’haver sentit per primer cop parlar de l’home ratpenat, la gent va començar a oblidar-se de portar la creu a sobre i de contemplar amb malfiança la dentadura dels demés. Però a mi, unes noves preocupacions m’assetjaven: la Maria havia empal·lidit notablement i els pocs moments que estàvem junts em mirava amb una avidesa estranya el coll. Podia ser que m’hagués equivocat i que el vampir i jo compartíssim el mateix gust pel que fa al cos de les noies?
Cada vegada que contemplava les fosques marques de sota els ulls de la noia i les dents, que em semblaven més afilades que abans, estava més convençut de que la Maria no era la Maria.
Sabia que el Van Helsing no hagués permès que una vampira rondés lliurament pel poble, així que vaig fer el que havia de fer: vaig entrar a la seva habitació mentre dormia i li vaig clavar una estaca ben bé a l’altura del cor, seguint un ritual ple de sang que més val que m’ estalvi.
Jo pensava que tothom agrairia la meva heroica acció, però no va ser així. La policia em va condemnar a tres mesos de servei a la comunitat per haver causat un trastorn irrevocable en el gos de la noia durant el ritual de destrucció.
El que em va doldre més però, va ser el que la premsa i la televisió van dir sobre aquest cas: que la Maria simplement estava refredada ( per la mala costum de passejar mig despullada a la nit) i que els meus actes havien estat dictats per la gelosia atès que, segons la periodista, la Maria estava enamorada d’un altre, tot i que no va precisar que aquest altre era una abominable criatura.
Pobre Maria! Tanta il·lusió que li feia ser una vampira per què la televisió digués que només estava constipada.
Basat en el conte Vinc per donar fe, d'Invasió súbtil
Ho sé... fa segles que no escric res... I no tinc excuses, el batxillerat és difícil sí, però mentrestant he tingut temps de començar i acabar moltes sèries, llibres, pel·lícules, somnis... Però he tornat! Amb noves energies i un canvi d'imatge cortesia de la futura dissenyadora gràfica Cinta i de la fotografia de la millor fotògraf que conec: la meva germana. Moltes gràcies a totes dues! I amb el rentat de cara han aparegut milers d'idees: perquè no parlar de totes les sèries que devoro al llarg del temps? O escriure les lletres de les cançons que sempre m'acompanyen? Dels còmics que últimament he llegit, receptes de cupcakes... i sobretot parlar de molts llibres! Que en definitiva és el que porto fent des de fa gairebé quatre anys. Espero que a partir d'ara ens veiem molt sovint!
Feliç Sant Jordi amb retard!! Avui teniu una ressenya que també ha estat publicada a la revista Gatzara.
És molt fàcil posar l’etiqueta a qualsevol
cosa. Jo mateixa ho faig moltes vegades. Així doncs, si veus un llibre amb un
coet a la portada i un títol com “Cronicas marcianas” automàticament dius
“Ciència ficció”; no obstant aquest llibre és molt més que això. A través de la
colonització dels humans a Mart, i la consegüent extinció dels marcians,
l’autor parla en contra de mals com el racisme, la censura, la violència…
El llibre està format per un grup de
contes ordenats per anys i les etapes de la colonització. Tots són plens d’una
ironia i una tristor amargues, i alhora d’una bellesa i simplicitat increïble. Un
conte per exemple, explica la història de un marcià que adopta la forma de
persones que has estimat i has perdut o que han marcat la teva vida i com els
humans es barallen per tenir-lo fins matar-lo. O la història d’un astronauta
que s’entossudeix a construir una parada de frankfurts, quan Mart encara és
buit. N’hi ha de més optimistes, com la d’un home que decideix plantar arbres
per tal de poder respirar millor. Encara que aquestes últimes són poc
freqüents, en la majoria impera un sentiment fatalista.
El llibre va ser escrit als anys
quaranta, i resulta divertit veure que el que imaginava l’autor pel futur (el
nostre passat, el llibre comença al dos mil), no és gaire diferent del que
continuem imaginant pel nostre futur: joventut eterna, coets, robots casi
humans...
Feia temps que un llibre no m’impactava
tant. Crec que la millor manera de que ho entengueu és llegint-ne un fragment:
Si usted me pregunta si creo
en el espíritu de las cosas usadas, le diré que sí . Ahí están todas esas cosas
que sivieron algún día para algo. Nunca podremos utilizarlas sin sentirnos
incómodos. Y esas montañas, por ejemplo, tienen nombres... Nunca nos serán
familiares; Las bautizaremos de nuevo, pero sus verdaderos nombres son los
antiguos. La gente que vio cambiar estas montañas las conocía por sus antiguos
nombres. Los nombres con las que las bautizaremos las montañas y los canales
resbalarán sobre ellos como agua sobre el lomo de un pato. Por mucho que nos
acerquemos a Marte, jamás lo alcanzaremos. Y nos pondremos furiosos,¿y sabe
usted que haremos entonces? Lo destrozaremos, le arencaremos la piel y lo
transformaremos a nuestra imagen y semejanza.
Imagina'ten una illa deserta. Que estàs allà sense cap
adult, només tu i altres nens. Sol. Què faries?
Això
és el que els hi passa al Ralph, al Porquet, al Jack... tots eren nois anglesos
educats. Però l’illa els canviarà completament.
No trigaren a dividir-se en dos bàndols uns s’aferraran a la idea de
tornar a casa, s’obsessionaran amb voler ser rescatats, de mantenir un foc per ser
vistos , de tenir unes lleis que han de ser respectades. Encara que amb el temps aniran oblidant
perquè tot això era tan important.
Els
altres voldran demostrar que són capaços de caçar, de sobreviure, de
valdre’s per si mateixos. Voldran gaudir
de les noves llibertats que els ofereix
l’illa, es convertiran en salvatges, igual de cruels.
I
els més petits, nens de sis anys. Oblidats pels nois més grans. Convertits en
menys que animalons que mengen fruita, juguen, riuen o ploren. On els pares no
són més que un record llunyà.
A tots ells però, durant les nits un malson els
perseguirà, una bèstia, el senyor de les mosques. A poc a poc, la por a aquesta
bèstia imaginaria, res més que la representació de totes les seves pors,
de totes les coses dolentes; els obligarà a fer rituals supersticiosos, a
barallar-se entre ells, a matar-se.
William
Golding amb aquesta història reprodueix
a petita escala, la civilització humana, la nostra societat. Les disputes per
aconseguir el poder...
Un
llibre molt interessant , que pot ser
llegit per totes les edats. Encara que fragments del llibre resulten molt
cruels i bastant esgarrifosos.
-Votem.
-Sí!
-Votem un cap!
Això de votar
era una cosa gairebé tan agradable com el cargol de mar. Jack comença a
protestar, però les veus que reclamaven una votació semblaven inclinar-se a
elegir a Ralph per aclamació. A cap dels nois no els assistia cap raó vàlida
per això, fins aleshores el Porquet era el que havia donat més mostres
d’intel·ligència, mentre que el Jack semblava la persona amb més dots de
comanament. Però en el Ralph hi havia una mena de calma plena de seguretat que
el feia sobresortir, era atractiu, alt... També hi havia una raó més poderosa,
si bé més obscura: el cargol de mar, l’ésser que havia bufat allò i que els
esperava assegut a la plataforma amb aquell objecte delicat sobre els genolls,
era una criatura a part.
Si usted me pregunta si creo en el espíritu de las cosas usadas, le diré que sí . Ahí están todas esas cosas que sivieron algún día para algo. Nunca podremos utilizarlas sin sentirnos incómodos. Y esas montañas, por ejemplo, tienen nombres... Nunca nos serán familiares; Las bautizaremos de nuevo, pero sus verdaderos nombres son los antiguos. La gente que vio cambiar estas montañas las conocía por sus antiguos nombres. Los nombres con las que las bautizaremos las montañas y los canales resbalarán sobre ellos como agua sobre el lomo de un pato. Por mucho que nos acerquemos a Marte, jamás lo alcanzaremos. Y nos pondremos furiosos,¿y sabe usted que haremos entonces? Lo destrozaremos, le arencaremos la piel y lo transformaremos a nuestra imagen y semejanza.
No estaría bien hacer ruido, en esa primera noche de Marte, introducir un aparato extraño, brillante y tonto como una estufa. Sería una suerte de blasfemia importada. Ya habría tiempo para eso; ya habría tiempo para tirar latas de leche condensada a los nobles canales marcianos; ya habría tiempo para que las hojas del New York Times volaran arrastrandose por los solitarios y grises fondos de los mares de Marte; ya habría tiempo para dejar pieles de plátano y papeles grasientos en las estriadas delicadas ruinas de las ciudades de ese antiguo valle. Habría tiempo de sobra para eso.